Frank Hughes bromeaba: "La experiencia no es realmente la mejor maestra, pero sin duda sirve como la mejor excusa para no intentar volver a hacer la misma necedad". Si quiere que sus malas experiencias le eviten volver a hacer las mismas cosas necias pero también le lleven a un crecimiento significativo, le sugiero que acepte las cinco siguientes acciones:
El buen manejo de las malas experiencias conduce a un gran crecimiento. |
1.- Escoger una postura positiva en la vida.-
"Postura en la vida" es un termino utilizado para describir el marco de referencia general de las personas: el conjunto de actitudes, suposiciones y expectativas que las personas tienen de si mismas, de las personas y del mundo real. Compone las actitudes de las personas hacia el dinero, suposiciones sobre su salud, y expectativas para el futuro de sus hijos. El producto de la postura de en la vida de cualquier persona es su manera de ver las cosas: si tienden a ser optimistas o pesimistas, alegres o sombríos, confiados o suspicaces, amigables o reservados, valientes o tímidos, generosos o avaros, dadores o egoístas. Si usted puede mantener una postura positiva en la vida, se sitúa en la mejor posición para manejar las malas experiencias y convertirlas en crecimiento positivo.
"La vida no es de la manera que se supone que debe ser. Es de la manera que es. El modo en que usted la maneja es lo que marca la diferencia". Usted no puede controlar mucho de lo que sucede en su vida. Sin embargo, puede controlar su actitud. Y puede decidir elevarse por encima de sus circunstancias y negarse a permitir que las experiencias negativas minen quien es usted y lo que cree. Y puede estar decidido a encontrar algo positivo que aprender ante la tragedia.
2.- Aceptar y desarrollar su creatividad.-
Hay una historia sobre un granjero de pollos cuyas tierras quedaban inundadas casi cada primavera. El no quería renunciar a su granja y mudarse, pero cuando el agua llegaba a sus tierras e inundaba sus gallineros, siempre era una batalla llevar a sus pollos a un terreno mas elevado. Algunos años no podía moverse con la rapidez suficiente, y cientos de sus pollos morían ahogados.
Después de le peor primavera que había experimentado jamas y de perder todo su rebaño, entró en la hacienda y le dijo a su esposa: "Hasta aquí No puedo permitirme comprar otro lugar. No puedo vender este, no sé que hacer".
Su esposa respondió: "Compra patos".
Las personas que aprovechan al máximo las malas experiencias son las que encuentran maneras creativas de afrontarlas, como la esposa del granjero en la historia. Ellos ven posibilidades dentro de sus problemas.
3.- Aceptar el valor de las malas experiencias.
En una ocasión preguntaron al presidente Jhon F. Kennedy como se convirtió en un héroe de guerra. Con su humor seco de costumbre, él respondió: "Fue bastante fácil. Alguien hundió mi barco". Siempre es mas fácil ver algo positivo en una experiencia negativa mucho tiempo después de que suceda. Es difícil afrontar la experiencia negativa en el momento con una mentalidad positiva. Sin embargo, si usted puede hacer eso, siempre será capaz de aprender algo de ello.
El inventor Charles F. Kettering, que fue el director de investigación de General Motors, dijo: "Nunca se dará un golpe en el dedo del pie si se queda quieto. Cuanto más rápido vaya, mas probabilidad hay de que se de un golpe en el dedo, pero también tiene mas probabilidad de llegar a alguna parte". En otras palabras donde no hay lucha, no hay progreso.
Afrontar dificultades es inevitable. Aprender de ellas es opcional. El que usted aprenda se basa si entiende que las dificultades de aprender, y en sí las trata como tales.
4.- Hacer cambios buenos después de aprender de las malas experiencias.
El novelista James Baldwin comentó: "No todo lo que uno afronta puede ser cambiado, pero nada puede ser cambiado hasta que se afronta". Con frecuencia, es necesaria una mala experiencia para que afrontemos los cambios que necesitamos hacer en nuestras vidas. La ley de dolor nos da una oportunidad de dar la vuelta a nuestra vida. Una curva en la carretera no es el final de la carretera a menos que uno tome la curva.
Cuando las malas experiencias crean fuertes sentimientos en nosotros, o afrontamos los sentimientos e intentamos cambiar o intentamos escapar. Es el antiguo instinto de la lucha o huida. Necesitamos entrenarnos a nosotros mismos para luchar por los cambios positivos. ¿Como hacemos eso? Recordando que nuestras decisiones conducirán al dolor de la auto disciplina o al dolor del lamento. Yo prefiero vivir con el dolor de la auto disciplina y obtener las recompensas positivas, que vivir con el dolor del lamento, lo cual es algo que puede crear un profundo y continuo dolor en nuestro interior.
5.- Asuma la responsabilidad de su vida.
Anteriormente dije que necesita usted reconocer que sus circunstancias no le definen. Están fuera de usted y no tienen porque impactar negativamente sus valores y normas. Al mismo tiempo, debe usted asumir la responsabilidad de su vida y de las decisiones que toma. El psiquiatra Frederic Flach, en su libro Resilience, y el psicólogo Julius Segal, en Winning Life´s Toughest Battles, indican que las personas que se sobre ponen a las malas experiencias evitan la etiqueta de "victima" y asumen la responsabilidad de avanzar. No dicen "Lo que me sucedió es lo peor del mundo, y nunca estaré libre de ello". Dicen: "Lo que me sucedió fue bastante malo, pero otras personas están peor, y yo no tiraré la toalla". No se revuelven en la auto compasión ni preguntan "¿Porque yo?". Y eso es bueno, porque hay solamente un paso del "porque yo" al "lástima de mi".
Es casi imposible de crecer de ninguna manera significativa cuando usted no asume la responsabilidad de usted mismo y de su vida.
A pesar de lo que usted haya pasado en su vida, o de lo que esta pasando actualmente, tiene la oportunidad de crecer a causa de ello. A veces es muy difícil ver la oportunidad en medio del dolor, pero esta ahí. Debe estar dispuesto no solo a buscarla sino también a perseguirla.
Articulo tomado del Libro "Las 15 Leyes indispensables del Crecimiento" por Jhon C. Maxwell.
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